Si te refieres a productos como lubricantes o geles íntimos que se utilizan durante las relaciones sexuales para mejorar la comodidad y reducir la fricción, es importante elegir productos que sean seguros y adecuados para ti. Aquí hay algunos tipos comunes de geles y lubricantes:
- Lubricantes a base de agua: Son seguros para usar con condones y juguetes sexuales. Se lavan fácilmente y no suelen manchar la ropa. Sin embargo, pueden secarse más rápido que otros tipos, por lo que es posible que necesites reaplicar.
- Lubricantes a base de silicona: Ofrecen una mayor duración y suavidad. Son resistentes al agua y no se secan tan rápido como los lubricantes a base de agua. No son recomendables para usar con juguetes sexuales de silicona, ya que pueden dañarlos.
- Lubricantes híbridos: Combinan características de los lubricantes a base de agua y silicona. Ofrecen duración y suavidad, y son seguros para usar con la mayoría de los condones y juguetes.
- Lubricantes de aceite: Pueden incluir aceites naturales como aceite de coco o aceite de almendra. Sin embargo, no son seguros para usar con condones de látex, ya que pueden debilitar el látex y aumentar el riesgo de rotura. Tampoco son ideales para su uso con juguetes sexuales.
- Geles estimulantes: Algunos geles están diseñados para aumentar la sensación y el placer. Pueden contener ingredientes como mentol o L-arginina. Asegúrate de leer las etiquetas y ten en cuenta que algunas personas pueden ser sensibles a ciertos ingredientes.
Es importante elegir productos que sean compatibles con tus necesidades y preferencias personales. Si tienes alguna preocupación sobre los ingredientes o si eres propenso/a a alergias, puedes optar por productos sin fragancia o hipoalergénicos. Además, es fundamental respetar el consentimiento y la comodidad de todas las partes involucradas y no utilizar productos que causen molestias o irritaciones. Siempre sigue las instrucciones del fabricante y, en caso de duda, consulta con un profesional de la salud.